Juan Mellado Hernández
nació en San Muñoz (Salamanca) en 1948. Allí vivió hasta los 12 años que
ingresó en el Internado que los Hermanos de La Salle tenían en Tejares, un
pueblo también de la provincia Charra. Hoy es un barrio de Salamanca.
Siempre fue aficionado a
la poesía, apenas sabía leer y ya se aprendía los poemas de Gabriel y Galán que
se los recitaba a su madre. En segundo de bachillerato, creció su afición a la
poesía al aprender a rimar. Fue un alumno excelente en esta materia, en las
demás asignaturas, del montón.
Desde entonces no dejó
de escribir, sobre todo en épocas señaladas: el Servicio Militar, dedicatorias
en bodas, bautizos, despedidas, sobre
todo en Telefónica de Barcelona, donde trabajó más de 30 años y donde reside actualmente.
Se casó en el 76 y fruto
de su matrimonio es el único hijo que tiene, él y su esposa contribuyen a su
felicidad, y son los protagonistas de numerosos poemas que les dedica con amor.
El 2003 comenzó a formar parte de la Tertulia Poética Constancia, trampolín
para la fundación de la asociación Pluma de Escritores Asociados, de la que es
el presidente. Aquí ha ayudado a muchas
personas en la publicación de sus libros, tanto en su corrección como en su
diseño.
Su poesía es sencilla,
bien medida y rimada. Se compone de toda clase de estrofas, donde no faltan
pareados, tercetos, cuartetos, sonetos, octavas, décimas, etc. Unos versos
cadenciosos, musicales, fáciles de leer y agradables de escuchar.
Ha publicado dos libros
de poesía:
CORAZÓN ADENTRO
y
EN VERSO DIGO AL PAN PAN Y AL VINO, VINO.
Portada de uno de sus libros
El primero es más
personal, donde dedica sus escritos a la familia, paisanos, amigos, compañeros
ect. El segundo es un tratado
sobre los refranes y frases populares, donde explica su significado
interpretándolo de una manera jocosa y pícara. Así como en juego de palabras donde discrepa con la Gramática de forma
simpática.
Para muestra unos
cuantos botones:
A SORIA MI CANTO
Cuando Machado murió
enmudecieron los campos,
se vistió de luto Soria,
entristecieron los
álamos;
el perfil de las colinas
dio rienda suelta a su llanto
y lágrimas de resina
todos los pinos
lloraron.
Los valles antes
risueños,
se desmoronó del todo
aquel olmo centenario
y el vaivén de las
espigas
vio entorpecido su ánimo
paralizada su danza…
porque feneció Machado.
Yo soy un fiel
salmantino,
vosotros dignos
sorianos;
yo de las tierras de
Tormes,
vosotros del Duero manso
e igual que los dos se
juntan
en un idílico abrazo,
con franqueza y
sentimiento
estrechamos nuestras
manos.
Arribasteis desde Soria
y yo desde el Campo Charro…
los mismos nobles
motivos
nos hacen sentir
hermanos.
Desde el pino más añejo
al benjamín de los
álamos
me dieron sombra,
frescura
y sosiego exagerado.
cautivo de sus encantos
me aposenté en vuestras
viñas
y entre racimos y
pámpanos
la paz y serenidad
totalmente me he
embriagado,
de aquellas rancias
bodegas
un grato recuerdo
guardo,
por el sabor de sus
vinos
desde todos los
confines)
van suspirando mis
labios…
el blanco me conforta
pero del tinto me
empacho.
¡Oh! Cuánta hospitalidad
en estos lares he
hallado…
aunque soy un salmantino
y vosotros sois sorianos,
en estas tierras lejanas
somos lo mismo que
hermanos.
¿Qué puedo decir de
Soria
que no haya dicho
Machado?
Mas quiero con su licencia
mis cantares dedicaros
y que este noble lugar
siga versos repicando
y sigan rumiando coplas
los surcos de amenos
campos.
le vuelvan a salir
tallos
y que tornen a reí
esos pinos alineados,
que las praderas entonen
otra vez sus bellos cantos
y las espigas se muevan
meciendo fecundo grano,
mientras las colinas
cobran
el terso perfil de
antaño.
Aunque yo soy salmantino
y vosotros sois
sorianos…
en la afable Barcelona
somos lo mismo que
hermanos.
Juan Mellado Hernández
DESALIENTO
Soy un alma en pena,
un bicho viviente,
soy un reincidente,
un calamidad.
Yo quiero morirme
mas como no tengo
dónde caerme muerto,
tendré que esperar.
Voy buscando un sitio
hasta que me llamen al
Juicio Final.
Vuestras carcajadas
no quiebren mi llanto,
dejad vuestros cantos
para el carnaval.
Que en mi honor no
quiero
doblen las campanas,
gravadme en la caja
tres letras y en paz.
Al gris cementerio
llevadme temprano,
los viles gusanos
esperando están.
Y sin más preámbulos
metedme en el nicho,
que para los bichos
seré un buen manjar.
No quiero responsos,
no quiero lloronas,
plañideras bobas
con luto infernal.
ni un duro siquiera,
gastároslo en juergas
en el primer bar.
Y en sublime orgía
deudos y vecinos,
con vasos de vino
por mi fin brindar.
Pero reservadme
unos buenos tragos
para saborearlos
en la eternidad.
Juan Mellado Hernández
A SOLAS CON MIS
RECUERDOS
Dejadme conmigo a solas
que ha tiempo que no me
encuentro;
dejadme tranquilo, os
pido,
sólo con mis
sentimientos.
No perturbéis esa paz
que a saborear empiezo
y con la cual cada día
me siento más
satisfecho.
Quiero fundir plenamente
mis ansias con mis
anhelos,
mi mente con mis ideas,
mi corazón con mi pecho.
Recuperar el diálogo
que no practico hace
tiempo
para escuchar cuando me
hablo,
para escucharme muy
atento
evadiéndome de todo
que a mis vivencias sea
ajeno,
de todo lo que en mi ser
no encontró un genuino
lecho.
Dejadme a solas conmigo,
sólo con mis
sentimientos.
No interrumpáis
bruscamente
el magnífico concierto
que entre mi persona y
yo
configura un bello
juego.
Las voces que otros
profieren
manténganse lejos, lejos
para que no deterioren
el espléndido silencio
de este místico contorno
que circunda mis
recuerdos.
Juan Mellado Hernández
EL DILEMA DE LA B Y LA V
para parecer más BELLO,
ten presente que la V
debes colocar primero.
Equívocos no provoques
al usar el lapicero,
confundiendo la BELLEZA
con un incipiente pelo.
en un prado vi pastando
porque con una B baja
la escribió algún
despistado.
¿Acaso alguien se
imagina,
de un coche en todo lo
alto
a una VACA y a su dueño
a cien por hora
ordeñando?
La Naturaleza es SABIA,
concede a las plantas
vida
que por medio de la
SAVIA
se van manteniendo
erguidas.
Por eso, no le
inyectemos
pues a pesar de su
nombre
sin V se moriría.
Me calcé unos buenos
BOTOS
y me dirigí a la
iglesia,
a la Virgen le hice
VOTOS
de humildad y de
obediencia.
No quiero ver a María
por equivocar dos letras,
con un calzado tan tosco
en sus delicadas
piernas.
Con un TUBO en forma de
V
un sifón a alguien vi
hacer,
mas TUVO que
reinstalarlo
pues lo colocó al revés.
Como si una tubería
fuera del verbo tener
el TUVO del mismo verbo
lo instaló en forma de
B,
Juan Mellado Hernández
AUTO REPROCHE
Perdón, Barcelona
augusta
por mi imperdonable
olvido…
tanto como tú me has
dado,
tanto como yo te admiro.
Con inusitado gozo
y extremado regocijo,
premeditado a
conciencia,
igual que gotas de cirio
versos en pos de otros
versos,
un poemario he
concebido.
Las páginas bailan
dóciles
entre yemas y entre
atisbos
al vaivén de los
requiebros
y de amorosos suspiros,
al mismo compás de
halagos
terrenales y divinos.
¿Dónde estabas con tus
Ramblas
llenas de flores y
mitos,
y de incomparables
trinos?
¿Y tu perpetua belleza,
que no aflora en mis
escritos?
¿Dónde la suntuosidad
del Tibidabo magnífico
que asciende majestuoso
hasta rozar lo infinito.
¿Y la esencia de tus
gentes
que cual espejo genuino
es donde cada mañana
con tenacidad me miro?
el embrujo de Montjuit,
en mi memoria perdido,
tan mágico y tan sublime
no puede haber otro
sitio.
atrapada por los guiños
de admiradores
incrédulos
al ver su talle larguísimo.
Ante inmaculadas torres
Con asombro y fe me
inclino.
De la Plaza Cataluña
La algarabía y delirio,
Ni sutilmente siquiera
En pulcra rima musito.
De la catedral divina
también me olvidé, ¡Dios
mío!
y humilde al hablar
contigo.
La Fuente de Canaletas
donde con ansia he
bebido
a sorbos gratificantes
tragos que me han
redimido;
hoy son lágrimas que
anegan
mis homogéneos carrillos
y tercas van empapando
el papel mientras
escribo.
En el Parque Güell, sin
pausa
de su arte me he nutrido
y de su inmensa grandeza
se saciaron mis
sentidos;
en presencia de Gaudí
sin recelo me arrodillo.
No caben tus monumentos
en las páginas de un
libro;
pero ello no es una
excusa,
no justifica mi olvido.
Soy para honrarte,
mediocre
y para ensalzarte,
indigno;
mas, para decirte en
verso
cuánto te quiero y te
ansío…
no necesito ser docto
ni prestigioso erudito.
Barcelona, en este poema
indulgencia te suplico
y a la vez te manifiesto
que gracias a ti,
espiro.
En la vida y en la muerte,
sé tú, mi espléndido
nicho.
Juan Mellado Hernández
CUANDO VIAJO EN EL METRO
Cuando en el metro viajo
me agrada escribir
poesía;
a la vez que mato el
rato
doy muerte a las penas
mías.
Instigado por los versos
a mi mente le pongo
alas;
¡qué diminuto es el tiempo
entre parada y parada!
Voy contemplando los
rostros
de heterogéneos viajeros
e interpretando a mi
modo
sus dudas y devaneos.
asido a la barra fría,
apretujado y de pie
con la mirada perdida?
Le espera un trabajo
intenso
y mil broncas de su
jefe…
de su casa al blando
lecho
le dan ganas de
volverse.
Y aquellas ¿qué pensará
en duro asiento sentada?
tanto y tanto madrugar
su esposo aún en la
cama.
Tal vez trabaja en un
banco,
quizá fregando
escaleras…
acaso cuida un anciano
o lleva un niño a la
escuela.
Si alguna mañana de
estas
vuelvo a verla, por
ventura,
haré ciertas diligencias
y dispararé mis dudas.
Las asiduas pedigüeñas
aún no se han levantado…
duermen con la mano
abierta
y con el brazo estirado.
Al transcurrir de las
horas
invadirán los vagones;
a voces piden limosna
y dan las gracias a
voces.
Ya son cerca de las tres
Y otra vez al hondo
túnel…
Ya está colocando el
hule.
Me subo de nuevo al
tren;
si tengo suerte me
siento,
saco un retal de papel
y me pongo a escribir
versos.
Cuando viajo en el metro
me gusta escribir
poesía,
a veces voy tan inmerso
que hasta bajar se me
olvida.
Mas cuando llego al
final
me percato de que
existo,
volviendo a la realidad
guardo el bolo en el
bolsillo.
Y cuando a mi casa llego
están las lentejas
frías;
la culpa la tiene el
metro
y la bendita poesía.
Juan Mellado Hernández.
ATAR LOS PERROS CON
LONGANIZAS
Esta expresión popular
Se usa con cierta ironía
Cuando un nivel
económico
Se exagera en demasía,
O cuando alguna persona
Compra o gasta sin
medida.
El origen del modismo
(que en estos verso se
explica)
viene de un hecho
simpático
que hace tiempo sucedía
en Candelario, hermosa
localidad salmantina.
una fábrica tenía
de embutidos, los
mejores
de esta singular
provincia.
Una de sus empleadas,
según cuentan, un buen
día,
para que un hambriento
perro
no entrara en la
factoría,
decidió amarrarlo a un
poste
que junto a la puerta
había;
al no tener para atarlo
ni una simple cuerda o
cinta,
echó mano de una sarta
de flamantes longanizas.
Al ver esto sus vecinos,
del señor Rico decía
que era tan rico que
“ataba
los perros con
longanizas”.
Juan Mellado Hernández
LOS CONTRAS DE LA LENGUA
CASTELLANA
Con este rimado tono,
pongo una seria demanda
a las maneras y modos
de los contras
clamorosos
de mi Lengua Castellana.
Buscando tres pies al
gato
pretendí arreglar, en
verso,
los muchos desaguisados
que hallé en su
vocabulario
mas… se quedó en un
proyecto.
Un proyectil y un proyecto
pues un proyecto es un
plan,
una intención o un
programa,
y un pequeño proyectil
resulta que es una bala,
si ésta es de escaso
tamaño
balín es denominada
mas si es de gran
dimensión
por balón no es
designada,
que es una pelota grande
para pegarle patadas;
lógico es que pelotón
se le llamase o llamara,
per no, que así decimos
aunque no sé por qué
causa,
a un puñado de soldados
a los que un sargento
manda.
mientras sirven a la
Patria.
Cuartel no viene de
cuarto,
aunque mida muchas
cuartas
tiene que ver más con
quinto,
que es un joven que
entra en caja,
es cuando a filas a un
mozo
el ejército reclama.
Ahora que hablamos de
fila…
si ésta fuera
prolongada,
filón llamarse podría,
designación nada extraña,
pero no, porque un filón
es inorgánica masa
que atesorada en las
minas
tenaz e indómita se
halla.
A una mina reducida
podemos relacionarla
por lógica, con minina,
mas resultaría una gata
que como todo felino
araña sin ser araña.
va tejiendo telarañas
donde atrapa los
mosquitos
que prestos caen en su
trampa.
Un mosquito es un
insecto
que siempre a traición
ataca,
en un santiamén te pica
en un santiamén te pica
y en un santiamén se
escapa.
Se le dice picotazo
al acto de esta alimaña,
que a mi me parece
erróneo
y denominación falsa;
picotazo, sería correcto
que la lógica lo canta,
pues se dice picazón
al daño de una picada
y nunca picotazón…
tan descomunal palabra.
Juan Mellado Hernández
Juan Mellado y su fina ironía , alegra el alma leerte . Se aprende mucho de los que saben , un poco tarde para mí ,pero no he perdido las ganas de entender lo que leo . Me ha gustado mucho . un abrazo . Dorita.
ResponderEliminarJuan Mellado he vuelto a dar un repaso a la Revista y tus poesías me han parecido ---oro de muchos kilates--- , ¡qué imaginación ! sarcástico sin herir , las más de las veces haces sonreír pero ojo chaval , en algún momento ere´s un pícaro , pero genial . Dorita
ResponderEliminar¿ porque , si se puede saber , no hay comentarios de los compañeros ? Juan te felicito porque ayer celebraste tu santo , -eres diverso en tus temas- ¡ Quién tuviera tu imaginación !
ResponderEliminar