CLAMOR POR UN ANGEL

Gabriel desapareció
un martes de la semana
y todo el pueblo lo buscó
generoso y solidario.

Pero pasaban los días

y el milagro no llegaba
aunque seguían creciendo
las gentes que le buscaban.

  Los padres desesperados,
en los medios suplicaban
que le siguieran buscando

dando cien veces las gracias.

Al cumplirse doce días
de una búsqueda sin tregua
la decepción y el dolor
acrecentó la tragedia.

Ese domingo nefasto
fui a rezar a la iglesia
rogando a Dios por el niño
y ofreciéndole más velas.

Cuando a casa regresé
saltó la.fatal noticia:
"Han encontrado a Gabriel!"
con su cuerpo ya sin vida.

Por una mano asesina
que le ha truncado sus sueños
su niñez tan pura y limpia

y el amor de su familia.

¡Pescaito de colores!

Mil pececillos te aguardan
en ese mar de tu tierra
con olas de espuma blanca.

Él nos mira desde el cielo
sonriendo entre las nubes
o desde el fondo del mar
con sus amigos los peces.

¡Descansa, pequeño ángel!
profunda huella has dejado
en todos los corazones.

Y a aquellos que te han amado.

Maruja Murcia, marzo 2018