miércoles, 21 de febrero de 2018



El silencio

(la discapacidad auditiva)

En el umbral de su serena
e íntima morada
se oyó el aire tímidamente cantar,
era una melodía frágil,
sutil y sosegada
que su madre enternecida
le invitó a escuchar.

Apenas se percibía el suave rumor
con sus notas in crescendo
en armonía,
ella lo abrazó con sumo candor
y él, aturdido, miraba y no la comprendía.

Una mañana,
pisando el húmedo arenal
cuando apenas su equilibrio sostenía,
ella le invitó a escuchar
el “gran manantial”
y el latido de las olas
que con vigor enfurecían.

Él, se esforzó en comprender
su aflicción, contemplando sonriente
el volar de las gaviotas,
pero el esfuerzo maternal
se derrumbó, al no encontrar respuesta
a su zozobra.

Cruzando la primavera de la vida
soñó representar un paraíso
exuberante y musical,
pero despertó de su vana alegría
y lloró de impotencia
por su ilusión banal.

Quiso escuchar el cántico
señorial del ruiseñor,
del jilguero, el mirlo y la alondra
su trinar, quiso gritar de emoción acariciando una flor
pero sólo la voz del silencio,
le consiguió apaciguar.

José Luis Buils

4 comentarios:

  1. Hermoso poema Jose Luis.. Cuánta ternura en cada verso...

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  2. Delicadeza en el tema. Musicalidad. ¡Precioso!

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  3. Gràcies Carme i Luis per pasar per aquí i comentar.
    Una abraçada!!!

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  4. He sentido el silencio en su totalidad , esta Poesía me ha recordado mis infartos en un oído y las lágrimas afloran . Gracias José Luís ,eres increíble .

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