domingo, 29 de abril de 2018





La Rosa de San Jorge

Envejecer en alas de la vida
contigo bella rosa inmarcesible,
esa que hoy en San Jorge tan tangible,
sigue siendo la rosa de la vida.

Eres fragancia, flor en la alborada,
allí tu olor perdura eternamente
y en alas de la vida suavemente,
me retoma el alma apasionada.

Tú que brotas del suelo sin rastrojos
de verso amado en luz con solanera,
con juventud pastada en sementera,
olvidando tristeza con enojos.

Tú que eres vertiente en un suspiro
ardiente y flor platónica rosada,
que mudable, tranquila y sosegada,
me regala amor cuando respiro.

Y tu lujuria se abre entre mis carnes,
viene y salpica mi alma ya cansada,
y despierta mi inocencia guardada
en caricias y besos delirantes.

¡Esa eres tú!, la Rosa de San Jorge,
gracias a ti soldado caballero,
patrón de todos los enamorados
que revives sentimientos guardados,
Poderoso, Inmortal, Fiel Caballero.

Elvira Gil, 23-4 2018

................................................................................................................................................



EL ÚLTIMO BESO

Cuando tu respiración se debilite,
y yo apenas escuche el latido
de tu corazón inquieto,
moriré de angustia y pesar
al reconocer que te pierdo,
en cuanto tus límpidos ojos
miren fijos mi tristeza.
Cuando tus labios no aniden
la sonrisa entre tu boca.
Y cuando en la noche oscura
envuelta en nubes de ensueños,
reclines la inquietud de tu frente
sobre mi pecho angustiado ...
Entonces; saldré a la calle sombrío
perdiéndome entre la gente,
atolondrado y sin ti,
sin tu amor y con tu ausencia.
Cuando te hayas ido,
añoraré tu ternura, tu vivacidad,
y el calor de tus caricias.
Y cuando alguien te recuerde,
diré, cansado de mi infortunio,
que tú fuiste el mejor hallazgo
de mi castigada vida.
En sueños te veré a mi lado,
recordando el amor que me diste,
y aquel entrañable beso,
de tus últimos instantes de energía.

Jacinto Solé



sábado, 28 de abril de 2018

EL TEMA DE LA GUARDIA URBANA

Algunos agentes de la guardia urbana no cumplen con su obligación.
Y aparcan a donde a ellos les viene en gana. Y si los demás lo hacemos, nos ponen una fuerte sanción.
Yo fui un día a Sabadell y no encontraba aparcamiento.
Entonces que tuve que hacer; aparcar en zona de carga y descarga un momento. Cuando volví a los pocos minutos a recoger el coche, ya me habían multado. Y no pude hacerles ningún reproche porque la culpa fue mía por aparcar en lugar no autorizado.
Cuando fui a los pocos días a pagar la multa, me quedé asombrado, porque resulta que me encontré el coche de la guardia urbana allí aparcado. Exactamente en el mismo sitio que pocos días antes ellos a mí me habían multado.
Sentí tanta rabia e impotencia que no sabía que hacer. Y pensé: aquí he de tener paciencia, no vaya a tocar perder. Y es que lo que pasa es que hay algunos agentes que quieren justicia, pero no la quieren para ellos ni para nadie de su casa.


Francisco Campaña






UNA PASTORCILLA POETA
(Juana Novillo Navarro)

Era bella pastorcilla
que sobre el papel plasmaba,
los versos que el alma guarda
y el sentimiento derraman;
pues sintió como suyos
los problemas de sus cabras
y cada gesto a gemido
comprendía cual palabra;
si una perdía sus crías,
el corazón le sangraba
escuchando los balidos
de madre desconsolada.
Pobre pastora manchega,
solo el papel y la pluma
le daban la paz ansiada
y en remolino de versos
su pena el viento llevaba.
Mientras pastaba el ganado
ella dibujaba alboradas,
entre arreboles de rimas
que el sol volvía palabras;
¡¡ay!! Pastorcilla manchega
quien tuviera tu alma,
para expresar esas cosas
en el corazón guardadas;
y en tus ojos poder leer
como en agua cristalina
esa oda que tú escribes
a tus campos y a la vida.
Ayer supe que eras
una juglar escondida
y que curas con sonetos
tristezas adormecidas;
poemas que tú escribiste
en silente soledad,
cuando el alma solo escucha
al corazón de dictar.
Para una poetisa manchega
flores el verso destila,
y quiere en cielos manchegos
ser estrellas que titilan.

Para una mujer que me ha dejado
asombrado con la calidad de sus versos.

Juan Cano Rico (El Canchollo) 19/1/2018



ESPERAR UN HIJO

¡Esperar un hijo¡
¿Sabes que hermoso es eso?
es dulce sentimiento, un milagro de amor
ver nacer una vida
desde el fondo de un beso
como crece en el campo la raíz de una flor.
El hijo que nos une con ese fuerte lazo,
en las noches tranquilas
muchas veces lo sueño
y quisiera sentirlo también en mi regazo
con sus manitas blancas de niño pequeño.

Al rozar sus mejillas con inmensa ternura,
que esos ojitos verdes me miren y sonría
sentirlo aquí a mi lado haciendo travesuras
yo velaré su sueño hasta que llegue el día.

Le cogeré en mis brazos
con ese aroma a rosas
viendo como se pasa esta
estación primera,
y seguirá conmigo, le enseñaré mil cosas
en sus primeros pasos emprenderá carrera.

Estando con nosotros
será un niño querido,
entre risas y llantos alegrará el hogar
como aquel pajarillo que está
dentro del nido
y cuando el tiempo pase,
aprenderá a volar.

Secundina García

...............................................................................................

LA ROSA Y EL LIBRO

¡Rosa! La flor más hermosa
que existe en el Universo;
regalando Rosas rojas,
se declara amor eterno.

El día veintitrés de abril
la Rosa toma importancia
al morir por tanto amor
que sale de sus entrañas.

Regalan Rosas los niños,
los grandes también regalan
todo es amor por San Jordi
obsequiando a sus amadas.

Pero .... y el resto del año,
¿Sigue ese amor encendido?
O... se apaga como el fuego
con la lluvia, viento y frío.

Amores y Rosas rojas
unidos, es un misterio,
aunque las Rosas perezcan
el amor siempre es eterno.

Los Libros: que maravilla,
nunca deberían de faltar
en ninguna estantería
ni en las casas más sencillas,
para aprender y explorar
en la vida día a día.

Libros que junto a la Rosa
también regalan amor
invitando por San Jordi
regalárselo al varón
intercambiando el perfume
y reforzando ese amor.

Los Libros: lo más preciado
de nuestra efímera vida,
son parte de nuestra historia,
enseñan, instruyen, animan,
ellos ..... nunca morirán,
eterna es, su ¡Sabiduríal!

Tomás Ángel Piñataro